La experiencia me ha mostrado que el perfil de cada alumno/alumna puede ser de lo más diverso. Por ejemplo:
- Unos no han tocado nunca la guitarra y sólo quieren aprender a tocar las canciones que les gustan. - Otros tocan hace años pero siempre repiten lo mismo y no aprenden nada nuevo. - Algunos ya tienen hecho un recorrido con el instrumento pero quieren tener nociones de armonía.
Es por eso que para cada uno de estos casos, al comenzar las clases, tenemos que fijar nuestros objetivos: de esta forma abordamos los contenidos que el alumno necesita y aprovechamos el tiempo al máximo.